Actualmente, el mercado laboral se ha vuelto altamente competitivo para todo tipo de negocio, donde grandes cantidades de empresas de diversos sectores luchan diariamente por posicionarse como la más exitosa entre el público. Esta sobreexposición que los consumidores tienen a todo tipo de marcas ha provocado que se vuelvan mucho más selectivos al momento de comprar un producto o servicio. Por ello, a continuación presentamos los 7 pasos imprescindibles que todo emprendedor o propietario de una empresa debe tener en cuenta para ganar la confianza de su público y sobresalir por encima de la competencia.

Paso #1: Analiza a tu público
Antes de concentrarte en tu marca, es necesario conocer el sector en el que estamos incursionando, es decir, realizar el famoso estudio de mercado. El primer paso es definir el perfil de tu target o público objetivo, desde edad, género, ocupación, NSE, estilo de vida, etc., para conocer a profundidad el entorno en el que se desenvuelven y saber qué es lo que quiere exactamente.
Herramientas como el buyer persona, el mapa de empatía, el consumer journey o el descubrimiento de insights, nos permiten determinar hallazgos e información relevante de nuestro público, como objetivos, necesidades, deseos, pensamientos, sentimientos, influencias, marcas consumidas y cada etapa que atraviesan desde que conocen una marca hasta generan lazos de lealtad con ella. Una vez habiendo empleado estas técnicas, se podrá tener mayor claridad sobre cómo atacar las carencias o necesidades del público, lo que definitivamente ayudará a que tu producto sea más efectivo y exitoso.
Paso #2: Investiga a tu competencia
Continuando con el estudio de mercado, el siguiente paso a realizar es conocer a tu competencia. Una vez habiendo definido cuáles son las empresas que ofrecen un servicio similar al tuyo o participan en el mismo sector, puedes comenzar visitando las páginas web o los perfiles en redes sociales de esas empresas. Todo ello con el fin de determinar tanto los aspectos positivos de estas marcas, para implementar estrategias similar a nuestro negocio, así como los aspectos negativos, para implementar soluciones, mejoras o contenido adicional que compense estas falencias.
Sin embargo, este análisis no se limita al ámbito virtual, otro movimiento importante es el trabajo de campo, dependiendo del sector donde vas a incursionar. Por ejemplo, si eres una marca de productos alimenticios, puedes asistir a todos los locales donde la competencia venda sus productos, desde supermercados hasta tiendas por departamento, y tomar nota de las estrategias que llevan a cabo con sus respectivos resultados. Todo esta información puede ser plasmada en herramientas, como un Análisis FODA, que nos permita determinar factores externos e internos que pueden beneficiar o perjudicar a nuestro negocio.
Paso #3: Crea la personalidad de tu marca
Debbie Millman, reconocida consultora, autora y diseñadora de marcas, define el branding como la “diferenciación deliberada” o el punto de vista único que distingue a una empresa de su competencia de manera estratégica. Es decir, un buen branding requiere que la marca se diferencia del resto de marcas existentes y se comprometa con una identidad propia enfocada en su público.
Por ello, al momento de crear una marca, se puede hacer las siguientes preguntas. «Si tu marca fuera una persona ¿Cómo la describirías?», «¿Es moderna y atrevida o formal y juvenil?», etc. Asimismo, puedes contar una historia con tu marca: De donde viene, cuáles son sus valores, cual es su propósito, qué es lo que busca, a donde quiere llegar, por qué tiene esa personalidad, etc. Esto ayudará a que tu público vea a tu marca más menos como una empresa y más como un aliado con el que comparte los mismos valores y objetivos.
Un ejemplo famoso de ello es Coca-Cola, quien emplea una estrategia de branding resaltando la felicidad en momentos con la familia, amigos, festividades, etc., lo que genera que el público vea a la marca no como una bebida más, sino como una experiencia de alegría.

Paso #4: Elige el nombre correcto
Puede parecer una obviedad, pero crear el nombre apropiado para una marca no es tan fácil como parece. Muchas empresas pueden tener el mejor producto en el mercado basado en el mejor estudio de mercado jamás hecho, pero un mal nombre puede representar un obstáculo importante difícil o hasta imposible de superar. Debes buscar un nombre corto, atractivo, agradable de pronunciar y fácil de recordar, para que tu público lo tenga presente en todo momento, pero que al mismo tiempo, refleje la personalidad y valores de tu marca. Otro punto importante es asegurarse que no esté registrado o utilizado por ninguna otra empresa, por lo que, es importante mostrar innovación y novedad en este nombre.
Paso #5: Crea un slogan
Un slogan no siempre es necesario para todo tipo de empresa, pero puede representar un impulso adicional para tu marca que no debe ser ignorado. Por ejemplo, puede ser que tu público no recuerde exactamente tu publicidad o hasta los productos que vendes, pero si alguna vez ha escuchado tu slogan, le será más fácil recordar tu marca. Por otro lado, si tu público recuerda tu marca o tus productos, pero no recuerda tu posicionamiento, el slogan le será más recordar tus valores o qué te hace diferente al resto.
Siguiendo con el caso de Coca-Cola, su famoso slogan «Destapa de felicidad«, nos comunica en especial dos características: La palabra «destapa» habla efectivamente de una marca de bebidas, mientras que «felicidad» nos habla del posicionamiento de la empresa como una marca que representa momentos felices entre familia o amigos. Por ello, al igual que el nombre, debes asegurarte que el slogan sea corto, conciso, fácil de recordar, pero que al mismo tiempo, te represente a ti. Del mismo modo, existe otros ejemplos de empresas que aplicaron exitosamente un plan de Branding, y que debes tener en cuenta al momento de crear tu marca.
Paso #6: Define tu identidad visual
Uno de los puntos más importantes a tener en cuenta es la identidad visual de tu marca, que abarca no solo el logotipo, sino que todos los elementos visuales que te representen y trabajen en armonía para complementar tu personalidad de marca. Ello pueden incluir lo siguiente.
En primer lugar, los colores deben ser bien estar pensados estratégicamente por la marca, puesto que cada color tiene su lenguaje y significado. El rojo transmite fuerza, atención y conexión emocional; el azul evoca sensaciones de paz, estabilidad y tranquilidad; el amarillo representa alegría, energía y creatividad; el negro comunica lujo, poder y modernidad; etc. Por ende, el color que utilices debe estar planeado meticulosamente dependiendo de lo que desees transmitir en tu marca.
En segundo lugar, el logotipo, el cual funciona como la parte central del branding, puesto que suele ser la primera presentación del negocio y lo que los clientes más asocian al momento de recodar una marca. Empresas como Nike, McDonald’s, Apple, etc. han construido logos exitosos y altamente memorables, que se adaptan a todo tipo de formato.

En tercer lugar, la tipografía, la cual también tiene un significado detrás de cada una. Por ejemplo, Sans transmite modernidad, seguridad, alegría y estabilidad; Script representa creatividad, elegancia, afecto y seducción; Slab se asocia a la modernidad, solidez, fortaleza y audacia; Moderna es sinónimo de Inteligencia, estilo, tecnología, tendencia; Serif es autoridad, tradición, respeto y seguridad, etc.
En cuarto lugar, fotografías deben también tener coherencia con tu identidad visual. Por ejemplo, si buscas promocionar tu negocio en redes sociales, el color de cada publicación debe estar en relación con los de tu marca para mantener coherencia entre todas tus piezas publicitarias. De lo contrario, generará confusión y desinterés en el público.
Paso #7: Define tu lenguaje
Una vez que ya tienes bien definido tu personalidad como marca y tu identidad visual, tu lenguaje debe ir de la mano con ellos. Con esto, nos referimos a la manera en la que hablas y escribes a tu público. Si tu marcas es divertida y juvenil, entonces el lenguaje debe reflejar un tono coloquial e informal, pero si tu marca es formal y sofisticada, entonces tu lenguaje debe ser profesional y serio.
Un ejemplo de ello lo tenemos en marcas nacionales, como Tambo o Cinemark, las cuales cuentan con un público objetivo juvenil, por ende, utilizan en sus redes sociales un lenguaje moderno, coloquial, despreocupado e informal, tanto en sus publicaciones como en respuestas a comentarios. Se puede observar que se dirigen ante sus clientes con el término de «sobrinos», mientras que su público les responde llamando a la marca como «tío», lo cual, refuerza el posicionamiento de estas marcas de mantenerse cercanas y amigables, como si fuera una relación de amigos o familiares.

Una vez tengas claro todos estos pasos y puedas aplicarlos de manera coherente, podrás diferenciarte de tu competencia y lanzar una marca que se destaque como propia, única e innovadora.